La rehabilitación visual es un proceso de entrenamiento sencillo mediante el cual se consigue que el paciente pueda a volver a leer o realizar alguno de sus hobbies de manera natural, el método utilizado para ello es el de conseguir entrenar una zona de la retina del paciente que no esté afectada.
La rehabilitación visual es un proceso de
entrenamiento sencillo mediante el cual se
consigue que el paciente pueda a volver a
leer o realizar alguno de sus hobbies de
manera natural, el método utilizado para ello
es el de conseguir entrenar una zona de la
retina del paciente que no esté afectada.
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la causa más común de ceguera legal en personas de más de 50 años en los países occidentales.
Es una enfermedad ocular degenerativa que afecta a la mácula (región central y responsable de la visión central directa), necesaria para las actividades de la vida diaria como leer, conducir o identificar personas.
(La paciente firmó un consentimiento informado para ceder sus datos clínicos e imagen a tirvisual.com)
Vamos a presentar un caso real de una paciente afectada de DMAE seca con una visión en el ojo derecho de 0.02 y en su ojo izquierdo de 0.05.
Está paciente está afectada de DMAE seca desde hace más de 7 años, la visión en los últimos 5 años ha ido empeorando progresivamente. Presenta cataratas en los dos ojos y retricciones en su campo visual lateral
1- Instruiremos a la paciente para entienda la prueba que vamos a realizar y como entrenaremos la visión periférica de su retina (la zona no dañada).
2- Realizaremos el examen optométrico para poder hallar la mejor corrección óptica.
3- Procederemos a realizar un test de velocidad lectora con la mejor corrección que acepte el paciente.
En la primera sesión la paciente es incapaz de conseguir leer más de 5 letras sueltas y de diferentes líneas, posteriormente una vez instruida para mirar por una zona no dañada de su retina consigue mejorar la velocidad lectora, el tamaño inicial de lectura debe ser el más grande posible con el que la paciente no se desmotivey consiga ver unas cuantas letras.
Inicialmente evaluaremos la velocidad lectora del ojo derecho durante un minuto. El resultado es de: 21 letras/ por minuto
Iniciamos la evaluación del ojo izquierdo y en este caso no es posible leer ninguna letra. En las próximas sesiones haremos hincapie en buscar la mejor zona periférica de la retina dañada.
Finalmente evaluaremos la velocidad lectora con ambos ojos abiertos para evaluar si el ojo izquierdo le ayuda o entorpece en la lectura binocular.
Repetiremos brevemente al paciente las pautas de trabajo así como debe proceder para poco a poco ir mejorando la velocidad de la lectura, en cada nueva sesión presentaremos letras más pequeñas y con menor separación, con el objetivo final de poder realizar una lectura aceptable.
En el caso de dicha paciente su motivación principal es poder ser independiente para poder leer un número de teléfono o un breve apartado de una carta.
(La paciente ha autorizado la difusión de su historial clínico así como de la cesión de las imágenes)
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